Sin embargo, ninguno de estos síntomas por separado deben preocuparnos, sólo si padecemos más de uno deberíamos de consultar con nuestro médico, ya que un diagnóstico temprano nos puede ayudar a tener una vida más larga y saludable. Veamos a continuación en qué consisten cada uno de ellos.
TEMBLOR
Sensación de temblor en dedos, manos, mentón o labio, y de las piernas cuando el cuerpo se relaja.
LETRA PEQUEÑA
La escritura se torna más pequeña, la manera de escribir se modifica y se juntan más las palabras.
PÉRDIDA DE OLFATO
Dificultades en percibir los olores de alimentos como los plátanos, los pepinillos en vinagre o la canela.
PROBLEMAS DE SUEÑO
Movimientos repentinos durante el sueño profundo que llevan incluso a que uno caiga de la cama.
DIFICULTAD AL CAMINAR O MOVERSE
Rigidez en brazos y piernas que no desaparece con el movimiento.
ESTREÑIMIENTO
Estreñimiento frecuente que obliga al posible enfermo a tener que hacer grandes esfuerzos para defecar.
VOZ BAJA
El volumen de la voz se ve reducido y suena ronco cuando uno habla.
FALTA DE EXPRESIÓN FACIAL (ASPECTO DE MÁSCARA)
Expresión facial seria o deprimida, falta de parpadeo.
MAREOS O DESMAYOS
Mareos al levantarse de una silla o de una cama debidos a la presión arterial baja.
ENCORVAMIENTO DE LA ESPALDA
Al estar de pie la postura corporal tiende a estar encorvada.
En el caso de notar varios de los síntomas mencionados deberíamos de visitar a nuestro médico para que nos desarrolle un plan cuidado, que podría incluir la visita de un neurólogo que nos haría una evaluación completa sobre nuestros síntomas.
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